Hola a todos. A pesar del poco tiempo que tengo actualmente para dedicaros y enseñaros algunas de mis fotografías, hoy os voy a presentar otra fotografía planetaria, en este caso de Saturno. Me disculparéis si me repito en la explicación, pues como digo estoy terminando la carrera y el tiempo que tengo es muy limitado. Aquí va mi fotografía:
De nuevo, se mejoran mis resultados anteriores. A pesar de tener un cielo muy malo con muy mal seeing y lleno de corrientes de aire, en la fotografía se pueden ver los dos principales anillos de Saturno, con la división de Cassini en medio y alguna banda nubosa sobre el ecuador del planeta, algo que difícilmente se intuía en mis anteriores fotografías a Saturno. La fotografía no es tan nítida como la de Júpiter de la semana pasada porque el equipo del que dispongo no logra solventar los problemas que produce el aumento del tamaño de la capa de atmósfera por estar el planeta tan en el horizonte (aún cuando está más elevado). Os dejo con una breve explicación del planeta y sus anillos.
Este curioso planeta es el sexto del sistema solar, después de Júpiter y antes de Urano. Al igual que estos dos es gaseoso, formado básicamente por hidrógeno, helio, amoníaco, agua y metano, en general moléculas sencillas. La mayor curiosidad de este planeta es obviamente el sistema de anillos que lo acompaña. Este hecho ha llevado de cabeza a muchos astrónomos a lo largo de los años, quedando todavía muchas dudas en el aire acerca de ellos.
El primer astrónomo que observó con un telescopio a Saturno fue el mismo que observó las lunas de Júpiter: Galileo Galilei. Al observar el planeta, le llamó la atención la forma ovalada que parecía tener, y amigablemente lo denominó “el planeta orejudo” haciendo un guiño a la forma que adopta con sus anillos. En un principio, él consideró que se trataba de tres objetos, uno mayor y en el centro (el propio Saturno) y dos menores alrededor que le daban esa forma ovalada.
Más adelante, astrónomos y científicos tan ilustres como Huygens o Maxwell observaron que no se trataba de tres planetas, sino de un anillo o disco alrededor del planeta. Eso trajo muchas preguntas acerca de su origen y estabilidad, pues lo primero que se pensó es que el disco era de un material compacto. Se había medido que la anchura del disco era aproximadamente doscientos mil kilómetros. Un disco de estas características, debería resquebrajarse por la fuerza gravitatoria de Saturno, que sería más potente en la parte interna del disco que en la externa.
Maxwell (el mismo físico que formuló la teoría electromagnética con sus famosas cuatro ecuaciones y quién dedujo la existencia de la luz como onda electromagnética) propuso la idea de que el disco estaba formado por una densa capa de partículas que parecían unidas debido a su alta densidad. Eso solucionaba el problema de la estabilidad del disco a corto plazo, y se aceptó la hipótesis rápidamente, incluso es la que conocemos hoy en día. Así pues, estos anillos estarían hechos por partículas del tamaño desde polvo hasta montañas.
Aun así, seguían surgiendo dudas acerca de la estabilidad del disco. Si este se generó junto con el sistema solar y el propio planeta, el disco debería de haberse congregado en satélites o caído al planeta. Sin embargo existe alguna fuerza que mantiene a los anillos estables en esa órbita sin que desciendan al planeta. Esta fuerza no puede ser otra que la gravitatoria, y actualmente se está entendiendo porqué.
Al igual que júpiter, Saturno posee una gran cantidad de Lunas que orbitan alrededor de él, en concreto, posee 62. Estas lunas tienen un campo gravitatorio que, aunque es muy débil en comparación con el de Saturno, su atracción es perceptible en las órbitas cercanas a las de los anillos.
El sistema de lunas de Saturno, es un sistema en resonancia. De esta forma, el periodo de rotación de los satélites tiene un divisor común. Eso explica el comportamiento de los anillos, pues cuando las partículas que los forman, colisionan entre ellas, tienden a caer hacia orbitas más bajas o incluso a Saturno, pero la atracción gravitatoria del sistema de satélites sostiene a esas partículas en las órbitas estables.
Hasta ahora, esa es la teoría aceptada para explicar el comportamiento de los anillos, y ha sido corroborada por las mediciones del periodo de rotación de los satélites y su radio de órbita. Aun así, cada vez se conoce más la estructura de los anillos, y eso conlleva la predicción de las órbitas de algunas lunas que todavía no se han observado, pero interactúan con los anillos dándoles forma.
No es que los anillos se encontrasen así desde siempre, sino que lo más probable, es que estuviesen uniformemente distribuidos, pero que las partículas que no se encontraban en las órbitas estables que imponían los satélites, cayesen al planeta.
En todo este texto, he nombrado a los anillos en plural, en realidad existen una decena de anillos separados por divisiones que hacen distinción entre cada uno de ellos. La principal división es la de Cassini, que recibe el nombre de su descubridor, y que se puede observar en la fotografía como una fina línea oscura entre los dos principales anillos. Claramente se observa la diferencia del tamaño y la composición de los dos anillos separados por la división. El primero es más ancho y de partículas más pequeñas, mientras que el segundo es más delgado y partículas mayores.
Se cree que en las divisiones, hay pequeños satélites todavía no detectados orbitando entorno al planeta. De esta forma, pueden haber barrido la zona de pequeñas partículas que los han llegado a formar. La anchura de los anillos es muy delgada, menos de una decena de kilómetros. Esto es algo que asombra, pues para ser tan estrecha es muy brillante. Eso se debe a la alta densidad de las partículas en los anillos.
Y esto es todo
por hoy. Como siempre, si quieren ver más fotografías y entradas
interesantes pueden indagar en el gadget “Catálogos astronómicos”
que se encuentra en la derecha del blog. Les recuerdo que pueden
suscribirse al blog en el gadget de su derecha o dar a “Me gusta”
en la página de El cielo de Rasal en Facebook.
Un saludo y buenos cielos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSoy nuevo en el tema y recien ando en pruebas d equipo y eso pero estuve leyendo por ahi q para planetaria el video deveria ser tomado a 60fps. Tal vez eso te da un mejor resultado.
ResponderEliminarHola Edwin.
EliminarEs cierto, cuantos más fotogramas por segundo se toman, más fotografías se pueden apilar y por lo tanto mejor puede quedar la fotografía final, pero, en mi caso, como he utilizado un proyector de ocular, con el telescopio que tengo (la apertura o el diámetro es muy importante) y la CCD, la luminosidad de la imágen del planeta no es lo suficientemente grande como para hacer fotografías de tiempo de exposición tan corto.
Un saludo.
Como estas? Y con el sensor expuesto no te animaste a probar?? Porque como tenes un reflector tenes menos problemas de aberracion. Nosotros(con un amigo) tenemos un 203/750 y vamos s usar una reflex sin lente con el adaptador a ver q logramos. Recien estoy probando alguna foto cn la luna porque todavia no tenemos montura. Todo el equipo de fabricacion casera menos los espejos. Y bueno ahi estamos. Saludos dsd uruguay.
ResponderEliminarEspero que os vaya muy bien.
EliminarEn mi caso, si coloco el sensor directamente en el telescopio no tendré suficientes aumentos para ver ningún detalle. Es una pena pero esto es ir compensando...
Saludos.