Hola a todos. Después de casi un mes en el que me ha sido imposible escribiros nada, vuelvo cargado de ganas de seguir con esta bonita afición. Espero que hayáis pasado un buen mes, yo he tenido la oportunidad de dirigir una observación astronómica bastante multitudinaria en el Castillo de Oreja, en el pueblo de Ontígola (Toledo). Esta jornada de observación ya había sido pensada desde hacía más de un año y desde esta primavera, la asociación AMICO, a la que pertenece mi amigo Joaquín Cot, la había ido publicitando en las inmediaciones de Aranjuez.
La charla tuvo muy buena acogida, y se llegaron a apuntar 162 personas, sobrepasando el límite previsto de 100. Aun así, todos los presentes disfrutaron de todo lo que se hizo y se vio… fue una noche estupenda. Desde Onda Aranjuez, me llamaron para entrevistarme el día 11 de agosto con motivo de esta jornada y aprovechando la lluvia de estrellas de las Perseidas, que tenían su máximo de visibilidad entorno a ese día. Aquí os dejo un video que he hecho con la entrevista y algunas imágenes y videos que nos dejó la noche.
Siendo esta mi primera entrevista en la radio, es lógico que estuviera algo nervioso, sobre todo al principio de la entrevista. Finalmente me relajé y hablé con normalidad del asunto que tratábamos.
El día de la charla salió perfectamente, a pesar de algunos fallos por parte del sistema eléctrico, ya que nos encontrábamos en una zona sin tendido eléctrico y disponíamos de dos motores eléctricos que alimentaban el sistema de sonido, el ordenador, el proyector y, cómo no, el telescopio. Llegamos a la zona a eso de las 19h, y comenzamos a montar el telescopio y probar el sistema de sonido, ya que siendo tantos no podía oírseme correctamente sin un micrófono.
Entorno a las 20h comenzó a llegar gente y a colocarse en sus sitios. Pudimos ver la puesta de Sol al lado del castillo (fotografías que podéis ver en el video). Al comenzar a oscurecer, mostré al público los videos que he realizado y que están en Youtube, como el eclipse de Sol, el de Luna, el tránsito de Mercurio, la rotación solar, las lluvias de estrellas Perseidas y Eta-Acuáridas, etcétera. Más tarde, al hacerse de noche, apreciamos Saturno proyectado en la pared de la ermita donde nos encontramos.
A la llegada de todo el resto del grupo, todos se dirigieron al castillo de Oreja donde pudieron disfrutar de la explicación de la historia del lugar, además de una representación teatral de un actor un tanto cómico, vestido de caballero medieval. Mientras tanto, yo me iba preparando para la explicación que comenzaba en unos minutos y que al final duró casi tres horas.
Cuando dio comienzo la observación, empecé contando un poco quien soy, para luego pasar a observar el cielo sobre nuestras cabezas: la vía láctea, las constelaciones, las curiosidades del cielo, el movimiento de los planetas en el cielo… Más tarde comenzamos a ver algunas de las fotografías que había tomado a los planetas y que en esos momentos no podían ser vistos en el cielo.
Finalmente, entramos en la observación de objetos de cielo profundo, la única manera de que las 160 personas que nos encontrábamos ahí pudiesen observar muchas cosas, era haciendo fotografías y mostrándolas en la pantalla con el proyector, y así lo hicimos. Fotografiamos nebulosas planetarias como la mancuerna, cúmulos abiertos como el doble de Perseo, nebulosas brillantes como la nebulosa del águila, galaxias como la de Andrómeda y cúmulos de galaxias como el Grupo M 81.
En cada fotografía me centraba en explicar a los que se encontraban ahí, qué era lo que estábamos observando, porqué cada cosa tenía su forma y cómo se había formado… más o menos lo que explico aquí semana tras semana. El orden de los objetos fotografiados estaba estudiado para entender el cosmos desde los planetas como la tierra a las estrellas como el Sol, y alejándonos poco a poco hasta los objetos más grandes del universo, llegando incluso a hablar de los límites del universo visible.
Finalmente acabé enseñando las nuevas constelaciones que habían surgido del horizonte desde que comenzara a hablar y acabamos observando todos juntos uno de los objetos del cielo más hermosos: las Pléyades. Creo que todos los que nos encontramos ahí disfrutamos mucho la noche. Hubo varias personas que también se acercaron con sus propios telescopios y a algunos de ellos intenté ayudar con mucho entusiasmo en lo que pude y lo que me preguntaron.
Ahora ya solo falta ver cuándo será la siguiente observación astronómica y quiénes seremos, la experiencia fue muy enriquecedora y tengo toda la voluntad de querer hacer más salidas como esta.
Y esto es todo
por hoy. Como siempre, si quieren ver más fotografías y entradas
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