Hoy os muestro, la imagen de una bonita galaxia que se encuentra en la constelación de la "Osa Mayor", comúnmente llamada "el carro", se trata de la Galaxia de Bode, que en el catálogo messier ocupa la posición M 81, y en el Nuevo Catálogo General la NGC 3031.
Aquí os muestro la imagen:
Se trata de una galaxia espiral, que se encuentra aproximadamente a unos 12 millones de años de nosotros, una de las vecinas más cercanas a nuestra galaxia, la Vía Láctea. La forma que presenta es muy parecida a la nuestra, aunque se cree que es algo más pequeña.
Es fácilmente visible una noche sin contaminación, a simple vista con prismáticos o un pequeño telescopio, y al ocupar menos espacio en el cielo que la M 31, la galaxia de Andrómeda (que no siempre es observable completamente, a veces solo el núcleo), esta es apreciable con la mayoría de telescopios en su totalidad.
En la imagen se pueden observar sus dos brazos principales bastante bien definidos que presentan numerosas agrupaciones de estrellas y nebulosas brillantes, de las que procede el brillo de los brazos. De la misma forma, en la unión de los brazos con el centro de la galaxia se observan grandes nebulosas oscuras alargadas, que aportan gran estética a la galaxia. Hago incapié en que las estrellas que se observan puntuales en la fotografía pertenecen a nuestra galaxia.
Esta galaxia fue descubierta en el siglo XVIII, y hasta el siglo pasado se creía que era una nebulosa, y la llamaban la nebulosa de Bode, pues no se había logrado distinguir a simple vista las grandes diferencias entre nebulosa y galaxia. No fue hasta que se inventó la cámara que permitía hacer largas exposiciones cuando se advirtió la diferencia y se entendió que nuestra galaxia no es la única del universo, ni mucho menos...
La M 81 forma, junto con la M 82 (galaxia del cigarro) un grupo local de galaxias denominado "Grupo M 81", por el nombre de la galaxia mayor.
En el año 1993 se descubrió una supernova en esta galaxia que fue visible desde la Tierra. Una supernova es la explosión de una estrella supermasiva que ha dejado de producir la fusión nuclear. Durante esa explosión, la estrella colapsa hacia su interior y posteriormente "rebota" para expandir su energía (y materia) por todo el cosmos.
Figúrense la cantidad de energía que tuvo que emitir esa estrella cuando murió, hace aproximadamente doce millones de años, para que nos llegue la suficiente cantidad de luz como para observarla desde esta distancia. Estos efectos exageradamente desorbitados son los que habitualmente acontecen en el espacio profundo.
Y por el momento eso es todo, espero que les haya gustado un día más, observar estas inmensas preciosidades.
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