La fotografía se realizó en una noche de mucha turbulencia atmosférica, y esto es inapropiado para tomar imágenes planetarias, pues la atmósfera perturba mucho las imágenes que se realizan. Por ello, en esta imagen no se aprecian con mucha claridad las tormentas de Júpiter. Aun así, son observables las dos bandas nubosas en los trópicos. Además, la fotografía mejora mucho al poder observase las lunas de Galileo, que siempre son impresionantes de ver, ya sea a simple vista o en una fotografía como esta.
Las lunas de Júpiter siempre están muy alineadas, entre ellas y con el ecuador de su planeta, eso forma parte de su gran atractivo. Son estas lunas, solo una pequeña parte de las muchas lunas que posee Júpiter (hasta el momento se cree que tiene 67 lunas), pero son sin duda estas cuatro las más grandes y por lo tanto más visibles. En la imagen están visibles las cuatro, y sus nombres son (de izquierda a derecha): Ganímedes, Europa, Ío y Calisto.
Aquí os muestro la fotografía:
Pocas horas después de realizar esta fotografía, ocurrió un triple eclipse provocado por las tres lunas más próximas en la imagen a Júpiter. Esto lo desconocía cuando realicé la fotografía y hubiera sido muy bonito haberlo podido fotografiar y observar, ahora que conozco los próximos eventos no volveré a descuidarme.
Las cuatro lunas se denominan "de Galileo" o "Galileanas" por la primera persona que las observo, admirando su belleza.
Júpiter es un planeta gaseoso, su atmósfera está compuesta principalmente por hidrógeno y helio, con pequeñas cantidades de metano, amoníaco, vapor de agua y otros compuestos. Estos gases se van haciendo más y más espesos hacia el núcleo del planeta, debido a la presión que ejercen las capas superiores de la atmósfera sobre las inferiores. Eso hace que en el núcleo, la densidad sea tan alta que el hidrógeno se vuelva líquido e incluso sólido. De este modo, debajo de las nubes puede haber un núcleo sólido cuya masa es de 10 a 20 veces mayor que la de la Tierra.
En la imagen se aprecia que Júpiter está muy achatado, eso se debe a la rápida rotación del planeta. Su radio ecuatorial es 11,2 veces el terrestre, y tan solo tarda unas 10 horas hacer una rotación, eso implica que la velocidad en su superficie debido a la rotación es unas 27 veces mayor que la de la Tierra. Por ello su radio ecuatorial es un siete por ciento mayor que el polar.
Su masa es 318 veces la terrestre y su volumen es 1317 veces el de la Tierra (es decir, que podrían caber esa cantidad de Tierras dentro de él).
La estructura de tormentas (visible en la imagen en las dos bandas ecuatoriales) y huracanes en su superficie visible es producida en primer lugar por la convección de gases interiores que ascienden y descienden sucesivamente al enfriarse y calentarse, un efecto parecido al que tenemos en las tormentas terrestres solo que a gran escala. A esto hay que añadirle además, la rápida rotación de Júpiter, que produce corrientes por efecto Coriolis (el gas al descender del Norte al Sur o ascender de Sur a Norte vira hacia el Oeste) lo cual produce esa atmósfera compleja.
Me agradaría en los próximos días (si el clima lo permite) poder fotografiar Júpiter con más detalles que los que se muestran en esta fotografía, y quizás poder presentar la gran mancha roja. Pero eso será en otro momento.
Espero que os haya gustado.
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