Hola a todos. Hoy les presento un objeto que hacía meses que no fotografiaba: Una nebulosa difusa. En concreto es la Nebulosa Lago, que tiene la posición 8 en el catálogo Messier y la posición 6523 en el catálogo NGC. Esta nebulosa se encuentra en la constelación de Sagitario, junto con muchas más nebulosas del mismo tipo. Esta acumulación de nebulosas en una misma constelación se debe a que por ella circula la Vía Láctea, donde están concentradas la mayor cantidad de estrellas y, por lo tanto, nebulosas.
Esta constelación es observable en verano-otoño en el hemisferio norte y en invierno-primavera en el sur. La fotografía que he tomado es la siguiente:
La nebulosa del Lago o la Laguna forma parte de una asociación de estrellas azules (B) blanco-azuladas (O) que se encuentra a unos 5000 años luz de distancia a nosotros y mide unos 70 años luz de diámetro máximo. La gran nube molecular de gas hidrógeno (cuyo color rojizo es muy típico en estas nebulosas) se condensa para formar estrellas con mucha masa que habitualmente adquieren colores blancos o azules.
Por desgracia, en la imagen no se aprecia la totalidad de la nebulosa que tendría un tamaño dos veces mayor al que se ha fotografiado. Eso ocurre porque sería necesario aumentar considerablemente el tiempo de exposición para apreciar más detalles de la nebulosa. Aun así son observables las nubes de gas que rodean al cúmulo de estrellas.
Antes de comenzar a hablar de los colores y las formas de las nebulosas, me gustaría hacer un pequeño repaso por la radiación electromagnética. La luz está formada por ondas que se producen por la perturbación de un campo electromagnético, es decir, por partículas cargadas que cambian su velocidad. En función de la frecuencia de ese cambio de velocidad, la luz puede tener distintas propiedades, de ese modo aparecen espectros de frecuencia como las ondas de radio, las microondas, la luz infrarroja, ultravioleta, rayos x y rayos gamma.
La luz visible comprende un pequeño rango entre la luz infrarroja y la ultravioleta, nuestros ojos solo perciben un espectro muy pequeño de la gran cantidad de ondas electromagnéticas que existen. Una vez entendido esto, podemos pasar a estudiar las nebulosas.
Las nubes más observables son las brillantes. Estas se forman por la emisión de luz del hidrógeno en su mayoría. Las estrellas azules o blanco-azuladas liberan mucha radiación al espacio en forma de rayos ultravioletas y rayos x. En esas frecuencias, la luz es absorbida por el hidrógeno que la reemite en forma de luz visible. Los colores que puede emitir el hidrógeno son varios, pero el más probable (el que se observa con mayor intensidad) es el color rojo, comúnmente denominado H alpha.
Otro los detalles curiosos de este tipo de nebulosas y que se observa claramente en la fotografía, son las formas que crean las nebulosas oscuras. Estas nebulosas (como la famosa Nebulosa de la Cabeza de Caballo) están formadas por polvo estelar que no permite el paso de la luz visible. Las estrellas al morir, sobre todo si eran muy masivas, liberan gran cantidad de materiales pesados al espacio. Estos materiales pueden ser formados por la fusión nuclear (elementos más ligeros que el hierro) o por las novas o supernovas (elementos más pesados que el hierro).
Al contrario que el hidrógeno, estos materiales no reemiten la radiación absorbida en el espectro visible, sino que brillan en luz infrarroja. De ese modo, si nuestro espectro de visión permitiese observar la luz infrarroja, estas nebulosas las veríamos iluminadas. Se pueden preguntar por qué la cámara de fotos observa lo mismo que las personas si no tiene ojos. Lo cierto es que este tipo de cámaras está hecho para que se puedan ver los colores de la misma forma que lo ve el ojo humano.
Pero existen cámaras que permiten la visión en otros rangos de luz que no son visibles por los ojos humanos. Pueden ver muchas imágenes de telescopios como el famoso Hubble en los que los colores de las fotografías no son los mismos que los observados en las fotografías comunes. En algunos casos no se observan entonces nebulosas oscuras, sino que todo es más brillante, pero los colores son falsos, pues no podemos imaginarnos colores que no existen, es decir, que están fuera del rango de nuestra visión.
Son esas nebulosas las que forman las estrellas que nacen constantemente. Pero no solamente nacen estrellas, sino que con el tiempo, si la estrella no muere demasiado pronto, también forman planetas, cometas, satélites, asteroides… todo un sistema solar. Así que estas nebulosas son grandes creadoras.
Espero que hayan disfrutado de esta nueva entrada y que admiren un poco más el mundo que hay sobre sus cabezas, pueden observar fotografías de nebulosas del mismo tipo en las siguientes entradas:
Nebulosa de la flama
Gran nebulosa de Orión
Les espero la semana que viene con una nueva entrada y muchos más detalles como estos. Un saludo y buenos cielos.
Nebulosa de la flama
Gran nebulosa de Orión
Les espero la semana que viene con una nueva entrada y muchos más detalles como estos. Un saludo y buenos cielos.
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