Bienvenidos una semana más al blog. Estos días Venus está dejando de ser observable y fotografiable porque se acerca al Sol. Durante los meses en los que ha estado visible he ido realizándole sucesivas fotografías siempre que podía y las condiciones eran apropiadas. Gracias a eso, hoy puedo mostrárselas para poder compararlas y hacer algunas clarificaciones. Aquí les muestro una fotografía de cada mes:
En esta imagen hay una serie de detalles apreciables de Venus. Lo más notable es su cambio de fase. Cómo ya comenté en las anteriores entradas “Venus y las pléyades” y “Mercurio”, los planetas interiores tienen fases debido a la posición que tienen respecto de la Tierra y el Sol. Otro detalle apreciable es que el planeta aumenta de tamaño al reducirse la fase, todo ello lo voy a explicar detalladamente.
Cuando el planeta se encuentra detrás del Sol la fase es llena, eso ocurrió a finales de Octubre. No necesariamente tiene que ser ocultado por el Sol, porque eso solo ocurriría si el plano de la órbita de Venus fuese paralelo al de la Tierra, en ese caso siempre pasaría por delante y por detrás, pero hay una pequeña desviación entre los dos planos que conlleva que eso solo ocurra muy de vez en cuando. En ese momento está tan cerca del Sol que es completamente indistinguible a simple vista, y además sería muy peligroso intentarlo.
El tamaño del planeta en ese momento es el mínimo observable, ya que se encuentra más lejos de la Tierra que en el resto de los días, hay que pensar que solo en ese instante la Tierra el Sol y Venus están alineados. En concreto, la distancia entre la Tierra y el planeta vecino es de 1,7 unidades astronómicas (distancia de la Tierra al Sol), es decir, unos 260 millones de kilómetros.
A partir de ese momento, el planeta va aumentando de tamaño al acercarse a nosotros y a la vez se va distanciando del Sol y disminuyendo su fase y no es hasta pasados algunos meses cuando comienza a distinguirse en el cielo por el Oeste. Esto siempre sucede de esta forma, al menguar la fase se observa por el Oeste y al crecer se observa por el Este.
La complicación que tiene fotografiarlo con fases muy grandes es que para verlo se necesita que el cielo sea oscuro, pues el Sol eclipsa completamente su luz, y si se espera mucho para que se oscurezca en seguida se va, pues está todavía muy cercano al Sol. Este es el mismo problema que sucede con Mercurio, solo que con el primer planeta el problema ocurre siempre, pues se aleja muy poco del Sol.
Otro detalle a tener en cuenta es que si se quiere fotografiar cuando más oscuro está, el planeta está muy bajo por el horizonte, y la atmósfera perturba la fotografía, es por eso que la primera de las fotografías está muy difuminada. Con el paso de los meses el planeta se va alejando del Sol lo suficiente como para observarlo hasta llegadas incluso las doce de la noche, es por eso que las fotografías van mejorando en nitidez, pues al fotografiarlo está muy alto en el cielo.
El mejor momento para observar y fotografiar los planetas interiores es cuando llega al cuarto menguante, pues se encuentra muy alejado del Sol y las condiciones son muy favorables, la distancia al Sol llega a ser de hasta 45 grados, observándose claramente alto en el cielo. Este año el momento de cuarto menguante, comúnmente llamado “máxima elongación” ocurrió el seis de junio y se puede observar en la tercera imagen. En esos momentos, Venus observaría la Tierra a una distancia de 90 grados del Sol.
Es sencillo imaginarse lo que ocurre a partir de ese día, Venus va descendiendo por el horizonte y su distancia relativa al Sol se va reduciendo, de hecho lo hace muy rápidamente, pues pasados dos meses del momento de “máxima elongación” apenas es observable, sobre todo teniendo montañas en el horizonte. De la misma forma, el tamaño relativo del planeta va aumentando considerablemente por su cercanía a nosotros como se observa en la cuarta fotografía, llegado incluso
El momento en el que se vuelve invisible es al pasar delante del Sol, su fase se convierte en nueva y hay que esperar pocos meses hasta que vuelva a ser observable. Esto ocurrirá el próximo 14 de Agosto, encontrándose a tan solo 0,3 unidades astronómicas (unos 45 millones de kilómetros) de nosotros, el momento que lo tenemos más cercano. Si el hecho de que un planeta pase por detrás del Sol es poco común, todavía más extraño es que pase por delante, la última vez ocurrió en el año 2012 y no volverá a suceder hasta el año 2117.
En ese momento, el tamaño aparente que adquiere el planeta es seis veces mayor que cuando estaba al otro lado del Sol, llegando a superar al de Júpiter en oposición y conviertiéndose en el planeta de mayor tamaño visto desde la Tierra, con casi un minuto de diámetro aparente. Para que se hagan una idea de su tamaño, les diré que es tan solo treinta veces menor que el del Sol o la Luna.
En ese momento, el tamaño aparente que adquiere el planeta es seis veces mayor que cuando estaba al otro lado del Sol, llegando a superar al de Júpiter en oposición y conviertiéndose en el planeta de mayor tamaño visto desde la Tierra, con casi un minuto de diámetro aparente. Para que se hagan una idea de su tamaño, les diré que es tan solo treinta veces menor que el del Sol o la Luna.
Los efectos del periodo de crecimiento son los mismos que en el de mengua, solo que el planeta disminuye su tamaño y comienza a ser observable por la mañana al Este. El planeta pasa rápidamente de la máxima elongación por el oeste a la del este porque al estar cerca de la Tierra su movimiento aparente es más rápido, como cuando observamos un coche en movimiento, en la distancia su velocidad aparente es menor que si está cerca, aunque la velocidad real sea la misma.
Y así llegará el 26 de octubre, aproximadamente un año después de que fuese lleno, cuando volverá a ser cuarto creciente, faltándole recorrer todavía un cuarto de su recorrido. Aquí hay que hacer un pequeño apunte en cuanto a la órbita de Venus. Su periodo orbital entorno al Sol es de solo siete meses, pero ese no es el periodo que observamos nosotros. De nuevo hay que hacer aquí un intento de abstracción, porque la Tierra también se mueve alrededor del Sol y lo que observamos es un sistema en movimiento constante en el que Venus gana recorrido a la Tierra en su órbita. Y no será hasta el seis de Junio (¿les suena esa fecha?) cuando esté de nuevo en fase llena pasando, esta vez sí, por detrás del Sol.
Y esto es todo lo que se puede extraer del conjunto de fotografías que he tomado estos meses a Venus, unas cuantas cosas que hacen ver el sistema solar más fácilmente y que no viene mal saberse. Espero que les haya gustado y les espero la semana que viene con mucho más, tengan una buena semana y buenos cielos.
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