Nebulosa del águila y los pilares de la creación - M 16

Bienvenidos a la nueva entrada de este blog. Hoy les muestro una fotografía que llevaba muchos meses queriendo realizar y que, gracias al descanso de este mes de agosto y a las fabulosas noches que está habiendo, al fin he podido tomar. Se trata de la nebulosa del águila y de los famosísimos pilares de la creación.

En el catálogo Messier tienen el número 16 y en el NGC la posición 6611. Se encuentra en la constelación de la serpiente, por la que pasa la Vía Láctea y que es visible desde primavera hasta entrado el otoño. Sin más preámbulos les muestro la imagen:

Esta fotografía es una suma de 182 tomas a 30 segundos de exposición y 6400 ISO y 100 tomas oscuras.

Las fotografías se realizaron el miércoles 19 de Agosto del 2015 entre las 20:30 y las 23:00 TU en Rasal (Huesca – España).

El equipo utilizado es un telescopio reflector Newton 200/1000 en una montura motorizada EQ-5 con GOTO y una cámara Canon EOS 1200D con un corrector de coma BAADER.

 

Forma y características

El encanto de esta nebulosa reside en su centro, donde se acumula una gran cantidad de polvo y de donde surgen constantemente nuevas estrellas, de ahí el nombre de los pilares de la creación. En concreto estos pilares son tres y son claramente observables por su tamaño en la fotografía, se encuentran en orden de tamaño descendente. En el año 1995 el gran telescopio Hubble tomó fotografías de estas formaciones nebulares y se consideran las mejores tomas de este telescopio.

Además de estas nubes oscuras (de las que ya he hablado en numerosas ocasiones), podemos apreciar muchas otras enrollándose y retorciéndose por los alrededores de los pilares, lo que nos indica el movimiento y la gran actividad de la nebulosa. Pueden leer más acerca de estas nebulosas oscuras en la siguientes entradas:

IC 434 - Nebulosa de la cabeza de caballo

M 8 - Nebulosa del Lago

El nombre que recibe el conjunto es “La nebulosa del águila” eso se debe a que cuando se realizan tomas de mucha más exposición, se aprecia debido a las nubes oscuras un gran águila rodeando a los pilares con sus alas. De hecho en la fotografía que yo he tomado se observa el pico, que se dirige hacia el centro de la nebulosa.

Esta gran nebulosa se encuentra a unos 6000 años luz de nosotros, parecería lejana y pequeña de no ser por su gran tamaño, cercano a los 100 años luz. Realmente el tamaño calculado no es muy fiable, porque este tipo de nebulosas se encuentra en constante expansión y difusión. De ella están constantemente brotando estrellas y la nebulosa se difunde por el espacio volviéndose más tenue a medida que se aleja de su centro.

Allí donde se encuentran los pilares, hay registradas más de 500 estrellas con edades muy cortas, de pocos millones de años luz, y aún muchas que quizás no hayan alcanzado esa edad. Estas estrellas no son observables en la fotografía porque se encuentran dentro de las nubes de polvo de la nebulosa, además, su brillo y temperatura aún no es muy elevado, por lo que emiten luz en el espectro infrarrojo. Algunos telescopios sí que tienen la posibilidad de fotografiar estás nebulosas en visión infrarroja, para la que las nubes son transparentes.

El origen de esta nebulosa debió ser una estrella mucho más masiva de las que hoy en día podemos llegar a observar. Esta estrella produjo todos los elementos de la tabla periódica hasta el hierro en la fusión nuclear que había en su núcleo. El resto de elementos los debió producir al explotar.

 

Evolución estelar

En una estrella siempre hay dos fuerzas en oposición: la gravedad y la presión debida a la radiación. Durante el proceso de fusión nuclear, la estrella se mantiene estable, pues la gravedad la comprime hacia su interior, mientras que la radiación la sostiene en su colapso, debido a esa lucha de fuerzas, la estrella no cambia su tamaño. Al terminarse cada uno de los ciclos de fusión la energía de radiación va aumentando y por ello, el tamaño de la estrella va aumentando para seguir compensando a la gravedad, en ese periodo las estrellas se convierten en gigantes o supergigantes.

Al llegar a convertir su núcleo en hierro, la fusión nuclear requeriría más energía en producir nuevos elementos que la que se extrae y por eso la fusión termina. Ese momento es clave y ocurren varias cosas. Al principio, la radiación termina de luchar contra la gravedad, pues la estrella ya no produce energía en su interior, finalmente la gravedad gana a la radiación y la estrella termina por colapsar.

En el proceso de colapso, la presión y la temperatura van aumentando considerablemente en el interior de la antigua estrella y, los átomos que la forman acaban teniendo tanta energía que se logran fusionar produciendo otros más pesados, de esa forma se generan todos los elementos conocidos. Pero conforme la estrella va colapsando, la fuerza que ejerce la presión de los propios átomos unos con otros (acaban por no tener espacio entre ellos) hace que la implosión se dé la vuelta y se convierta en explosión. De esta forma se expanden todos esos materiales por el cosmos vecino a la estrella.

Así se forma una nebulosa, cuyos metales pesados se congregan formando estelas de polvo como los pilares de la creación y los no tan pesados se disgregan por el espacio formando esos colores rojizos y azules. Aquí hago un apunte importante a la evolución estelar, si al producirse la citada implosión, la presión no logra vencer a la gravedad y la masa en el núcleo aumenta más de un límite conocido, la estrella se convertirá en un agujero negro absorbiéndola por completo.

En el primer final de la estrella, ha conseguido vencer la fuerza de la presión, mientras que en el segundo final ha vencido la gravedad. En el primer caso, la nebulosa originada podrá producir nuevas estrellas a partir del material de la madre si la nebulosa se agita, por ejemplo, por la colisión con otra nebulosa, con un cúmulo o por la explosión de otra supernova cercana.

 

Cosmos cambiante

Y todo esto puede verse al observar una nebulosa como esta. Es por eso que el universo no deja de asombrarnos al mostrar la enorme física que se esconde en él. Como ahora sabrán, la belleza se forma tras unos cambios bruscos y peligrosos con grandes explosiones y colisiones, por más tranquila que parezca la nebulosa. Ahora mismo se aleja de nosotros a más de 60.000 kilómetros por hora y rota a más de 100 metros por segundo. Una cosa esta clara, nada en el universo es estático y todo tiende a cambiar.

Debido a ello, ahora debo darles una mala noticia. Recientemente se ha detectado que una estrella cercana a la nebulosa ha producido una supernova, eso significa que en los próximos años (quizá sean milenios) la onda de choque de la supernova hará cambiar de forma esta bella nebulosa y los pilares de la creación desaparecerán. Pero no se preocupen, probablemente la forma que adopte la nebulosa siga siendo igual de hermosa.

Esto es todo por ahora, más nebulosas irán pasando por las entradas de este blog y podremos apreciar su belleza, ahora con otros ojos.