Hola a todos. Esta es la primera entrada de este invierno y como tal quiero mostrarles una de las partes del cielo que a mí siempre más me ha cautivado. La constelación de Orión junto con Tauro, como les muestro en la fotografía:
Realmente este cielo es el de invierno en el hemisferio norte, que es donde yo me encuentro, obviamente es el mismo cielo que el de verano en el hemisferio sur. Aún hay más partes del cielo que no se pueden mostrar en una sola fotografía, como es el caso de Sirio, Auriga o Géminis. Este último lo pueden ver en esta entrada:
Una de las características más llamativas de lo que yo llamo “El cielo de invierno” es la gran densidad de estrellas muy brillantes en una pequeña región del cielo. Por ejemplo, la constelación de Orión es sin duda la que tiene más estrellas brillantes y de distintos colores. Pueden ver algunas de las impresionantes características de sus estrellas, nebulosas y cúmulos en esta entrada:
En ellas hay algunas curiosidades como la estrella Betelgeuse, de color rojo en la constelación de Orión y con un tamaño 1000 veces mayor que el Sol (en su posición llegaría más allá de Júpiter). O la estrella central del cinturón de Orión llamada Alnilam con una masa superior a las 40 veces el Sol, una estrella cuyo futuro sea muy probablemente convertirse en un agujero negro.
Si observan el cielo de invierno detalladamente pueden ver que si hacen una línea recta en la dirección de las tres estrellas del cinturón de Orión encontrarán en un lado la estrella Sirio, la más brillante del cielo nocturno, de color blanco y a tan solo unos ocho años luz de nosotros. Tiene una estrella diminuta orbitando alrededor de ella, se trata de una enana blanca llamada Sirio B que no fue hasta el siglo pasado cuando se descubrió.
Si continúan la línea recta en dirección del cinturón de Orión pero en sentido contrario se encontrarán la estrella de Aldebarán otra gigante roja como Betelgeuse pero de mucho menor tamaño, tan solo unas 40 veces el Sol. Y si siguen la línea llegan al mayor cúmulo observable a simple vista: Las pléyades. Estas las pueden ver en la siguiente entrada:
Es este cúmulo una acumulación de estrellas jóvenes que nacieron hace poco tiempo de una misma estrella y aunque a primera vista parezcan solo siete estrellas, el cúmulo se comprende de casi 60 estrellas todas ellas muy masivas comparadas con el Sol. Ya para terminar, si siguen la línea recta esta vez bastante más lejos de Orión pueden encontrar la galaxia de Andrómeda.
Esta galaxia tiene de especial que es la más brillante del cielo. Tanto es así que es observable a simple vista siendo el objeto más lejano observable a ojo desnudo con un buen cielo sin contaminación lumínica. Esta galaxia (o mejor dicho, su núcleo) la pueden observar en la siguiente entrada:
Fue hace un año cuando comencé a fotografiar el cielo que hay sobre nuestras cabezas y a mostrárselo en este blog. Recuerdo con mucha emoción cual fue la primera fotografía que realicé: La gran nebulosa de Orión. La nebulosa más brillante del cielo, observable también a simple vista y, cómo no, también del cielo de invierno. Pueden verla en la siguiente entrada del blog, la primera:
También es claramente observable en la fotografía que hoy les enseño, al igual que casi el resto de objetos celestes que les he nombrado. En conclusión, vuelven los momentos en que comencé mi aventura de astrofotografía y pronto mi blog cumplirá un año que habrá que celebrar, desde que comencé solo he fallado una semana de publicar una entrada semanal.
Si quieren ver más fotografías y entradas interesantes pueden indagar en el tag “Catálogos astronómicos” que se encuentra en la derecha del blog. Les recuerdo que pueden suscribirse al blog en el tag de su derecha o dar a “Me gusta” en la página de El cielo de Rasal en Facebook.
Un saludo y buenos cielos
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